En la aventura de hoy os cuento como esta mañana me llevé la gran sorpresa al ver que mis patatas habían producido. Todo comenzó un día a la hora de cocinar, entre las patatas había cuatro que eran realmente pequeñas, en lugar de echarlas a la cazuela las enterré en una maceta que tenía con tierra.
Después de un tiempo vi que algo estaba creciendo en la maceta, no sabía lo que era, pues en la misma maceta había sembrado con anterioridad otras semillas que no habían crecido aun. Hasta que un día llegó mi madre miró la maceta y me dijo: "¿Qué tienes patatas en la maceta?, ¡pero si tienes varias!" entonces fue cuando recordé lo que había sembrado en la maceta. Me alegré mucho el ver como mis patatas crecían y cada vez estaban más hermosas.
Fue pasando el tiempo y las patatas dejaron de crecer, se pusieron un poco feas y en unos días de calor se secaron todas menos una. Yo que las regaba y las cuidaba (las regaba incluso sin saber lo que eran) esperaba ansiosa que echaran sus flores, que creo que son blancas. Digo creo porque no las llegué a ver.
Esta mañana temprano, viendo cómo amanecía (esto lo hago muy a menudo), algo me llamó y mi atención se dirigió hacia la maceta de patatas. Pensé, "Ya se está estropeando la última planta y no ha florecido" me quedé un rato mirando y decidí escarbar un poco en la tierra, mi sorpresa fue cuando apenas a unos centímetros encontré una patata.
Entonces busqué en toda la maceta y encontré varias patatas más. Mi cara se iluminaba cada vez que encontraba una patata nueva, aunque las plantas ya se habían secado allí estaban sus frutos.
El total de patatas las muestro en la imagen de abajo, lo blanco es un huevo para que se pueda ver su tamaño. Yo estoy muy satisfecha con el resultado obtenido, pues no fueron pocos los que me dijeron que no saldría nada. Pues ahí están mis lindas y sorprendentes patatas, algunas de ellas más grandes que un huevo.
Entre tanto que buscaba las patatas vi otras cosas que había en la maceta, las moví con mucho cuidado y les dije muy bajito, "tranquilos que ya os llegará vuestra hora de germinar". Y también me llevé la sorpresa al ver que un hueso de dátil estaba ya germinado, este os lo contaré en otro capítulo de Proyecto Huerto.
En estos días hay muchas familias que pasan grandes dificultades económicas y apenas tienen para comer, en esta anécdota podemos ver que con muy poco se puede conseguir bastante. Estas patatas fueron cultivadas en una maceta en un balcón, yo las cuidé y regué pero no le dí ningún cuidado especial y mirad cuál fue el resultado. Con esto quiero decir que a toda aquella persona que tenga un pequeño balcón, ventana, terraza o lugar donde poner macetas, puede hacerlo y verá lo que puede conseguir. Si consumes orgánico, tienes semillas orgánicas o tienes a alguien que te las pueda dar o facilitar te animo a que cultives tus propios alimentos, el resultado es muy satisfactorio.
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